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Los servicios de Cirugía Ortopédica y Traumatología de los hospitales Santa Maria y Arnau de Vilanova de Lleida han incorporado este diciembre un nuevo robot quirúrgico para cirugías de prótesis de rodilla. Se trata del Robotic Surgical Assistant (ROSA), un robot que ayuda a mejorar la planificación previa de la intervención ya adaptarla de forma más personalizada a cada caso y, durante la intervención, mejora la precisión y la exactitud de la cirugía. Gracias a ello se reduce el sangrado, la recuperación de los pacientes es más rápida y puede aumentar la durabilidad de la prótesis.

Francisco Pallisó, jefe del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Santa Maria, explica que “los avances tecnológicos de los últimos años hacen que los robots quirúrgicos sean un recurso cada vez más utilizado en cirugía. Su mayor precisión y exactitud permiten realizar intervenciones menos agresivas, lo que mejora el proceso de recuperación de los pacientes”.

Jordi Colomina, coordinador clínico del servicio, comenta que con el robot ROSA “podemos mejorar la planificación previa de la cirugía de prótesis de rodilla, cuantificando de forma más precisa todos los parámetros de la intervención. Esto permite afinar mucho más en el tamaño y tipo de la prótesis que necesita cada paciente, adaptándonos a las características anatómicas y funcionales de cada caso concreto”. El sistema permite modificaciones de los diferentes cortes óseos de 0,5 milímetros en cualquiera de los planos del espacio, buscando la mejor adaptación posible de la prótesis a la anatomía de cada paciente. Además, la implantación de la prótesis se realiza en la posición más adecuada. De esta forma, se consigue una restauración del eje articular y sobre todo un correcto equilibrio de los ligamentos en todo el balance articular de la rodilla.

Ferran Pérez, facultativo especialista de la Unidad de Rodilla del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Arnau de Vilanova, afirma que “la cirugía robótica es el ejemplo de cómo la tecnología ayuda a conseguir una menor agresión quirúrgica, algo que supone menos dolor, menos sangrado y mayor precisión a la hora de la implantación de las prótesis, que tendrán una mayor durabilidad”.

Sobre el reemplazo de la rodilla

Cuando la rodilla está muy deteriorada y el paciente no responde al tratamiento conservador, es necesario plantear una cirugía que permita tanto aliviar los dolores producidos por el mal estado de la articulación como recuperar su funcionalidad.

En este tipo de intervenciones, el o la profesional de cirugía elimina el hueso dañado y los restos de cartílago de la superficie de la articulación de la rodilla y los reemplaza por superficies artificiales. Esta nueva prótesis puede desgastarse, por lo que pasados ​​unos 15-20 años es necesario plantear una cirugía de repuesto.

Tanto el Hospital Universitario de Santa Maria como el Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida cuentan con una gran experiencia en este tipo de intervenciones. Ambos hospitales realizan cada año alrededor de 450 operaciones para la colocación de prótesis primarias y hasta 30 repuestos.