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El servicio de Salud Mental del Hospital Universitari Santa Maria (HUSM) ha impulsado un nuevo dispositivo de proximidad para atender a los pacientes con trastorno mental severo de alta complejidad, en un modelo estructurado y articulado para poder coordinar todos los equipos implicados con el paciente y su entorno más cercano. Se trata del Programa de Servicios Individualizado (PSI), cuyo objetivo es disminuir la atención en el ámbito hospitalario y ofrecer un servicio de proximidad, con intervenciones que se llevan a cabo en el entorno familiar y social de la persona atendida. Actualmente se benefician de este programa un total de 262 pacientes en la Región Sanitaria de Lleida y 70 en la Región Sanitaria del Pirineo, que son atendidos por un equipo multidisciplinar formado por 30 profesionales de la psiquiatría, psicología, enfermería, trabajo social, educación social y terapeutas ocupacionales.

“La atención de proximidad, que puede hacerse no sólo en el domicilio del paciente, sino también en el parque, en la biblioteca o en un entorno amable fuera de los despachos o de las consultas, otorga seguridad a la persona atendida, ya que se da en su espacio personal, físico y psicosocial”, explica Joan Marc Dolcet, psicólogo y coordinador del dispositivo de proximidad del HUSM.

Hasta ahora las estrategias de provisión de cuidados intensivos y agudos para las personas con trastornos mentales graves se realizaban siempre en el ámbito hospitalario. De ahí el cambio de paradigma en la atención en salud mental. "Los profesionales del HUSM hemos visto necesario aplicar nuevas estrategias que permitan prestar una atención más eficiente, intensiva e integrada a las personas con trastorno mental agudo y grave, tanto en el ámbito hospitalario como el comunitario", añade. Los diferentes tipos de atención de proximidad son el PSI (Programa de Servicios Individualizado) de baja intensidad, el ADI (Atención Domiciliaria Intensiva) de media intensidad y el HDOM (Hospitalización Domiciliaria) como intervención de alta intensidad.

“Por primera vez y como experiencia pionera, el servicio de Salud Mental del HUSM hemos integrado a todo el equipo asistencial en el dispositivo de proximidad, lo que facilita este cambio de modelo, implica a la persona y la familia en el proceso de recuperación, mejora el vínculo terapéutico, facilita la continuidad y la adherencia al tratamiento y proporciona mayor confianza hacia los profesionales y el sistema de salud en general. También contribuye a combatir el estigma en salud mental, al tiempo que favorece la integración familiar, social y laboral de las personas que sufren problemas de salud mental”, concluye.