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El IRBLleida da este verano, por segundo año consecutivo, la  oportunidad a alumnos de  bachillerato de conocer y trabajar junto a distintos grupos de investigación del centro. Una decisión que ayuda a los jóvenes.

El mundo de la investigación es, sin duda, uno de los más vocacionales. Aprender a ir paso a paso, a no esperar un resultado inmediato y a saber descifrar cada señal que despreden los estudios, no debe ser tarea fácil. Pero a parte de esa energía interior que te empuja y te conduce hacia tu don y habilidad, se necesita probar y saber que tu corazonada está en lo cierto. Marta Ricart y Júlia Montoliu, estudiantes de primero de bachillerato de La Caparrella de Lleida y la Escola Vedruna de Balaguer, tienen la oportunidad de conocer de primera mano que la investigación médica es lo que les gusta y a lo que se quieren  dedicar.

Ricart y Montoliu son dos de las cuatro alumnas de bachillerato de la demarcación que han conseguido una beca otorgada entre el Departament d’Ensenyament y el Institut de Recerca Biomèdica de Lleida (IRBLleida) en la que se les abre las puertas de la ciencia durante un verano.

Ricart está conociendo el trabajo del Grup de Senyalització Oncogènica  i del Desenvolupament del que es responsable el investigador y profesor de la Universitat de Lleida (UdL), Mario Encinas. El área principal de investigación es el estudio de los genes y las proteínas implicadas en el desarrollo del sistema nervioso periférico, del sistema renal e, incluso, de los tumores de origen neuroendocrino. En sus trabajos utilizan animales de experimentación, cultivos de células y líneas celulares comerciales. La estudiante de La Caparrella asegura que quiere dedicarse profesionalmente a esta disciplina porque “no encuentro el momento de irme del laboratorio, me gusta mucho”. Ricart realiza su Treball de Recerca sobre cómo gestionar un estabulario, el tipo de ratones que se usan y la técnica PCR, conocimientos que amplía y aprende gracias a su experiencia en el IRBLleida. 

Esta vez las áreas principales de investigación son el envejecimiento y longevidad, enfermedades neurodegenerativas, dolencias de la edad adulta y todas aquellas relacionadas con la dieta o la nutrición. Montoliu celebra esta oportunidad para averiguar personalmente cómo es la vida en un laboratorio. “La gente se piensa que es un trabajo solitario, aislado y difícil y piensan que si te dedicas  a esto de morirás de hambre, pero yo me estoy dando cuenta de que es lo que me gusta”. Montoliu todavía  no sabe qué carrera universitaria quiere estudiar, pero sí tiene claro que estará encarada hacia la investigación. “Posiblemente estudiaré  un doble grado o de bioquímica y biomedicina o biotecnología”, explica la estudiante de la Escola Vedruna de Balaguer.  La radiante sonrisa de estas dos alumnas de bachillerato transmiten sinceridad. Es por esto que no cabe duda de que absorverán todos los conocimientos aprendidos este verano para en un futuro ser un nombre
de la investigación

La Mañana, 11 de Agosto de 2014