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Un estudio de la UdL y la entidad Salud Mental ve falta de recursos. También el autoestigmatització de enfermos y familiares

LLEIDA . Un 2,5 % de la población de la región sanitaria de Lleida tiene alguna patología relacionada con un trastorno mental severo , según informó ayer LleidaTelevisió . Gestión de Servicios Sanitarios , que concentra las prestaciones de cobertura pública en salud mental en la región sanitaria de Lleida , atendió en 2012 unas once mil personas , lo que significa que un 2,5% de la población tiene algún trastorno .

Un estudio elaborado de forma conjunta entre la Universidad de Lleida y la Federación de Salud Mental Cataluña - Tierras de Lleida apunta que para facilitar su integración en la sociedad es necesario crear infraestructuras adaptadas a sus necesidades . El informe , dirigido por Xavier Pelegrí ( UdL ) y Gemma Fleta ( Salud Mental ) , también indica que algunos enfermos son atendidas en centros privados y, además , una parte de la población no está diagnosticada pese a tener alguna patología mental .

El trabajo , que fue presentado ayer a profesionales sanitarios en la facultad de Ciencias de la Educación , también evidencia que todavía queda mucho trabajo por hacer de cara a la integración social y laboral de estos enfermos y que una de las causas es la falta de infraestructuras.  Por ejemplo , faltan hogares temporales , residencias , atención domiciliaria y de transporte , sobre todo en el ámbito rural . Asimismo , remarca que existen servicios laborales para personas con síndrome de Down , pero no para personas con trastornos mentales severos .

Además , el estudio señala que estas personas y sus familiares , por miedo o por impotencia , adoptan comportamientos represivos que los marginan , actitud que se conoce como autoestigma . De esta manera , constata que alrededor de estos enfermos se generan estereotipos , prejuicios y discriminaciones que complican y dificultan la normalización de su situación . Este hecho fomenta que las personas no se muestren abiertamente y que , en ocasiones , incluso abandonen el tratamiento .

El trabajo también pone de manifiesto la descoordinación de las diferentes políticas sociales dirigidas a este tipo de enfermos , que no se pueden compaginar con prestaciones no contributivas .

Segre, 21 de septiembre 2013