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En la sociedad actual se puede vivir sin estrés siempre y cuando la sociedad disponga de las estrategias necesarias para afrontar los problemas que se le presentan.  Así lo asegura la psicóloga clínica del Hospital Santa Maria de Lleida, Gemma Vall, quien también apunta que el estrés es un concepto moderno, aunque los humanos siempre han tenido exigencias a las que se han enfrentado con dificultades.

Vall afirma que el estrés tal y como se entiende coloquialmente no es un diagnóstico en si mismo. La ciudadanía asocia el estrés con el sufrimiento y, siempre que este sufrimiento interfiera significativamente con nuestro funcionamiento habitual o ocasione problemas en la salud física y psicológica será preciso valorar a qué etiqueta diagnóstica correspondiente a los síntomas que refiere el paciente.
La psicóloga clínica asegura que el estrés se encuentra en todos los sectores de la población pese a que los datos de la atención sanitaria, las mujeres suelen consultar más entorno al sufrimiento en comparación con los hombres aunque eso no quiere decir que ellos no lo padezcan. 

Las razones de padecer estrés pueden ser varias. Vall destaca las exigencias de estatus económico, profesional y social, que se han añadido a las exigencias habituales de supervivencia básica. Hoy en día, no sólo necesitamos alimentarnos si no poseer unos bienes para disfrutar con unas amistades y poder tener un buen trabajo. Estos estatus a los que Vall atribuye, en gran medida, el surgimiento del estrés, están padeciendo un leve revés al chocar con una crisis que hace que, progresivamente, la sociedad vuelve a conformarse cubriendo sus necesidades más primarias.
Pero aun y así, el entorno es cada vez más exigente y las personas tienen menos recursos personales para afrontarlo. Teniendo en cuenta,  que en los últimos años las obligaciones que hay que asumir cambian rápidamente y, por tanto, hay que estar de manera constante desarrollando nuevos recursos y este hecho, también provoca estrés.
Desde el punto de vista psicológico, Vall, asegura que hay que valorar el caso de cada paciente para poder aplicarle un tratamiento  adecuado a su estrés. 

Recuperar los hábitos saludables, instaurar actividades que resulten gratificantes y practicar otras estrategias de regulación emocional como la conciencia plena o meditación, son algunas de las soluciones que especialistas como Vall, proponen y recomiendan a sus pacientes.

M. Romera
La Manyana, 5 de juliol de 2013