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BARCELONA. El consejero de Salud, Boi Ruiz, admitió ayer la "devaluación interna" de la sanidad catalana tras dos años de recortes presupuestarios, pero destacó que no se han visto afectados ni la calidad asistencial ni la cartera de servicios, de manera que los ciudadanos no han perdido derechos.

"Nadie puede decir que hayamos recortado ninguna prestación aunque se ha reducido el presupuesto más de un 10% en dos años", afirmó Ruiz.

La devaluación interna, explicó, se ha producido por la rebaja del precio de los medicamentos, los pagos del Servicio Catalán de la Salud a los proveedores y por las reducciones salariales de los trabajadores. Por este motivo, reconoció que se han lesionado los intereses de los profesionales.

En cuanto a los ciudadanos, añadió que han visto cómo aumentaban las listas de espera y que, además, han tenido que desplazarse más lejos en algunos casos y se han tenido que aplazar la mayoría de inversiones. No concretó las cifras del presupuesto de 2013.

Segre 3 mayo 2013